Bajo costo: el zinc es una de las opciones de metal más asequibles para la fundición a troqueles, lo que lo convierte en una opción atractiva para los fabricantes que buscan reducir los costos de producción.
Buena resistencia a la corrosión: el zinc tiene excelentes propiedades de resistencia a la corrosión, lo que lo hace ideal para su uso en entornos o aplicaciones duras donde las piezas estarán expuestas a agua, sal u otras sustancias corrosivas.
Biocompatibilidad: el zinc es biocompatible, lo que lo convierte en un material ideal para aplicaciones médicas donde las piezas estarán en contacto directo con el cuerpo humano.
Precisión y precisión: la fundición de died de zinc permite la producción de piezas altamente precisas y precisas, por lo que es ideal para su uso en industrias que requieren altos niveles de precisión y confiabilidad.